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Rusia ataca infraestructura militar y energética ucraniana

Las fuerzas rusas han intensificado sus ataques en Ucrania durante las últimas 24 horas, dirigiendo sus acciones contra objetivos militares-industriales, instalaciones de combustible y energía, y áreas de despliegue de tropas ucranianas. El Ministerio de Defensa de Rusia informó que aviones, drones de ataque, misiles y artillería alcanzaron 146 puntos estratégicos. Estas acciones se enmarcan en la operación militar especial en curso, según la agencia de noticias TASS. Las autoridades rusas también reportaron significativas bajas en las filas ucranianas a lo largo de la línea de enfrentamiento.

Desarrollo de la situación

El Ministerio de Defensa ruso detalló que los ataques abarcaron una amplia gama de objetivos, incluyendo empresas del sector militar-industrial ucraniano y centros de energía vitales para el sostenimiento de las operaciones del ejército de Kiev. La ofensiva, que involucró diversas ramas de las fuerzas armadas rusas, buscó neutralizar la capacidad de respuesta y el apoyo logístico de Ucrania. La operación se extendió a 146 ubicaciones, según el comunicado oficial.

Las cifras proporcionadas por el ministerio ruso indican que las fuerzas ucranianas sufrieron aproximadamente 1.250 bajas en el último día en todos los frentes. Estas pérdidas se distribuyeron en diferentes grupos de batalla rusos, con el Grupo de Batalla Norte reportando la mayor cantidad de bajas infligidas al ejército ucraniano, además de la destrucción de un lanzacohetes múltiple de fabricación extranjera. Se mencionaron también la pérdida de vehículos de combate y blindados por parte de Ucrania.

Contexto y repercusiones

Estos ataques se producen en un contexto de intensos combates y una guerra de desgaste que afecta gravemente la infraestructura ucraniana. La destrucción de instalaciones energéticas y militares busca mermar la capacidad de defensa y resistencia de Ucrania. Paralelamente, Ucrania ha respondido con ataques a larga distancia contra instalaciones energéticas rusas, evidenciando una escalada en la confrontación de infraestructura.

La situación subraya la naturaleza multifacética del conflicto, que no solo se libra en el frente de batalla, sino también en el ámbito de la infraestructura crítica. La interrupción del suministro energético y la neutralización de la capacidad industrial militar son objetivos clave para ambas partes, con profundas implicaciones para la población civil y la economía de Ucrania.

La estrategia rusa de atacar la infraestructura militar-industrial y energética busca debilitar la capacidad de Ucrania para sostener su defensa a largo plazo. Estos movimientos son parte de una táctica más amplia para influir en el curso del conflicto, mientras que Ucrania se esfuerza por mantener la operatividad de sus sistemas y defender su territorio.

Fuente: tass.com

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