Ex Empleados Denuncian «Casi Destrucción» de División de Derechos Civiles del DOJ

Más de 200 ex empleados de la división de derechos civiles del Departamento de Justicia (DOJ) han firmado una carta denunciando lo que describen como la «casi destrucción» de la agencia encargada de hacer cumplir las leyes de derechos civiles en Estados Unidos. La misiva, publicada el martes, acusa a líderes políticos de una campaña para purgar a expertos profesionales y priorizar la agenda de Donald Trump.

Éxodo Masivo y Cambio de Enfoque

La carta detalla un éxodo masivo de abogados a principios de año, tras la destitución de gerentes de carrera, la reasignación de personal a tareas de menor categoría y el abandono unilateral de casos. Para el 1 de mayo, la división habría perdido aproximadamente el 70% de sus abogados. Los firmantes afirman que la administración puso «patas arriba la misión principal de la División, abandonando en gran medida su deber de proteger los derechos civiles».

Según los ex empleados, la administración ha lanzado un «esfuerzo coordinado para expulsarnos» al no utilizar la experiencia del personal de carrera. La carta también señala la desestimación de casos clave relacionados con derechos de voto, abuso sexual de niños migrantes no acompañados y decretos de consentimiento con departamentos de policía.

Reacciones y Amenazas

Harmeet Dhillon, aliada de Trump y actual líder de la división de derechos civiles, aplaudió las salidas, calificando a los empleados de carrera como activistas que no deseaban realizar el trabajo requerido. La carta, sin embargo, refuta esta afirmación, indicando que se fueron porque la administración alteró la misión fundamental de la división.

La misiva también revela que Dhillon alentó a los abogados a aceptar una oferta de licencia remunerada, amenazando con despidos si no lo hacían. Funcionarios del DOJ parecieron sorprendidos por la magnitud de las salidas y habrían solicitado discretamente a los empleados que reconsideraran su decisión.

Llamado a la Acción y Futuro Incierto

«Estados Unidos merece algo mejor», concluye la carta, advirtiendo que el futuro de la División de Derechos Civiles está en peligro, al igual que los derechos que protege. Los firmantes expresan la esperanza de devolver la división a su labor original y hacen un llamado a todos los estadounidenses a unirse en la exigencia de que la división cumpla con sus leyes y defienda la Constitución.