
Trump anuncia tregua en Tailandia-Camboya, pero surgen dudas
No obstante, la realidad sobre el terreno pareció contradecir las afirmaciones del presidente estadounidense. El Ministerio de Defensa camboyano emitió un comunicado el sábado detallando que aviones de combate tailandeses F-16 habían lanzado siete bombas sobre territorio camboyano horas después del anuncio de Trump. La comunicación en la red social X indicaba que los bombardeos continuaban, poniendo en tela de juicio la efectividad de las negociaciones y la voluntad de ambas partes de adherirse a un cese al fuego inmediato y total.
Raíces históricas y escalada militar
El conflicto fronterizo entre Tailandia y Camboya tiene profundas raíces históricas, marcadas por reclamos territoriales en disputa que se remontan a un mapa de 1907, elaborado durante la época colonial francesa. Tailandia cuestiona la exactitud de este mapa, mientras que un fallo de la Corte Internacional de Justicia de 1962 otorgó soberanía a Camboya sobre ciertas áreas, un punto que aún genera resentimiento en Tailandia. A pesar de los acuerdos de alto el fuego, la propaganda y la violencia transfronteriza menor han persistido, cobrando al menos 20 vidas esta semana.
La escalada militar se ha manifestado con el despliegue de aviones de combate tailandeses para ataques aéreos contra objetivos que Bangkok identifica como militares. Por su parte, Camboya ha respondido con lanzacohetes BM-21, capaces de alcanzar objetivos a distancias de hasta 40 kilómetros. Esta demostración de fuerza por ambas partes subraya la complejidad del conflicto y la dificultad de alcanzar una paz duradera, a pesar de los esfuerzos diplomáticos internacionales.
El anuncio de Donald Trump sobre un nuevo alto el fuego entre Tailandia y Camboya ofrece un atisbo de esperanza, pero las informaciones contradictorias desde el terreno plantean serias dudas sobre su inminente cumplimiento. La persistencia de la violencia y las profundas raíces históricas del conflicto sugieren que la paz en la frontera sigue siendo un objetivo lejano y frágil, que requerirá más que declaraciones presidenciales para ser consolidada.


