El presidente alemán rinde homenaje a las víctimas del atroz bombardeo nazi en su visita a Guernica

Ochenta y ocho años después de que los pilotos de la Luftwaffe participaran en la atrocidad más infame de la guerra civil española, el presidente de Alemania visitó la ciudad vasca de Guernica para honrar a las víctimas del bombardeo nazi e instar a que los “terribles crímenes” cometidos allí nunca sean olvidados. Cientos de civiles murieron y cientos más resultaron heridos el 26 de abril de 1937 cuando aviones de la Legión Cóndor alemana, que operaban junto con aviones de la Italia fascista, pasaron horas bombardeando Guernica en un día de mercado. Adolf Hitler había prestado la unidad de la Luftwaffe a las fuerzas nacionalistas del general Francisco Franco para ayudarlas en su golpe contra el gobierno republicano y para permitir que los pilotos de la Alemania nazi practicaran las tácticas de guerra relámpago que luego usarían en la Segunda Guerra Mundial. La destrucción de Guernica, que se convertiría en modelo para los bombardeos aéreos contra civiles, fue inmortalizada por Pablo Picasso en el enorme lienzo monocromático que lleva el nombre de la localidad. El viernes, Frank-Walter Steinmeier se convirtió en el primer jefe de Estado alemán en viajar a Guernica, donde se unió al rey Felipe VI de España en una ceremonia conmemorativa celebrada en un cementerio de la ciudad y depositó una ofrenda floral a las víctimas. Luego, la pareja visitó el Museo de la Paz de Guernica, donde conocieron a dos supervivientes del ataque, Crucita Etxabe y María del Carmen Aguirre. Steinmeier, que se encuentra en una visita de Estado a España, utilizó un discurso a principios de esta semana

Análisis del contexto

para abordar el bombardeo y su legado. «Los alemanes cometieron crímenes terribles en Guernica», dijo el presidente a los invitados a un banquete en Madrid el miércoles. «El 26 de abril de 1937, la temida Legión Cóndor bombardeó la ciudad, arrasándola hasta los cimientos. Cientos de niños, mujeres y hombres indefensos perdieron la vida de forma espantosa y agonizante. El terror, el dolor y la pena lo sienten hasta el día de hoy muchas familias vascas». Steinmeier, que visitó el museo Reina Sofía de Madrid para ver con sus propios ojos el Guernica de Picasso, dijo que la advertencia del artista de no permanecer indiferente ante el conflicto y el sufrimiento “no ha perdido nada de su urgencia”. Y añadió: «Es muy importante para mí, y estoy dirigiendo conscientemente esta frase a

mis compatriotas en Alemania, que no olvidemos lo que ocurrió entonces. Este crimen fue cometido por alemanes. Guernica sirve como una advertencia, un llamado a defender la paz, la libertad y la preservación de los derechos humanos. Queremos estar a la altura de eso, ahora y en el futuro». Sus palabras se produjeron tres décadas después de que el entonces presidente de Alemania, Roman Herzog, dijera que deseaba “confrontar el pasado y… admitir explícitamente la participación culpable de los pilotos alemanes”. El alcalde de Guernica, José María Gorroño, que había saludado la visita como “un día que pasará a la historia de la ciudad”, aprovechó la ocasión para reiterar los llamamientos para que la obra maestra de Picasso fuera trasladada del Reina Sofía al lugar que la inspiró. En una entrevista con

Perspectivas y consecuencias

la radio Cadena Ser el jueves, Gorroño dijo que el Estado español tenía una «deuda moral con las víctimas del bombardeo», y añadió: «El Guernica de Picasso debería venir a Guernica. Es un icono de la paz mundial. Las víctimas necesitan este homenaje». Mientras tanto, el presidente regional vasco, Imanol Pradales, ha pedido que el Estado español siga el ejemplo de Alemania para afrontar su papel en el bombardeo de Guernica. «Nadie tiene ninguna duda de que el actual Estado español es muy diferente de aquel», dijo ante el parlamento vasco la semana pasada. «Se trata simplemente de afirmar la verdad y la justicia, y sus acciones deben surgir de un compromiso con la libertad y la democracia. No pedimos al Estado español nada más y nada menos que lo que está haciendo el presidente alemán».