Dimisión del Gobierno búlgaro tras protestas masivas
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Dimisión del Gobierno búlgaro tras protestas masivas

El primer ministro de Bulgaria, Rosen Zhelyazkov, ha presentado la dimisión de su gobierno, poniendo fin a menos de un año en el cargo. La decisión llega tras semanas de masivas protestas callejeras, impulsadas por la insatisfacción con las políticas económicas y la percepción de inacción ante la corrupción. Zhelyazkov anunció la renuncia en televisión, poco antes de una votación parlamentaria sobre una moción de censura y a escasos meses de la prevista adhesión del país a la eurozona el 1 de enero. El primer ministro reconoció la necesidad de responder a las expectativas sociales, afirmando que «el poder surge de la voz del pueblo».

Frustración ciudadana ante la corrupción

Decenas de miles de búlgaros salieron a las calles de Sofía y otras ciudades para expresar su hartazgo. Los manifestantes, de diversas edades y orígenes, corearon consignas de dimisión y exhibieron carteles críticos con la clase política. Una joven manifestante, Gergana Gelkova, de 24 años, declaró a la Agencia France-Presse que la corrupción generalizada se había vuelto «intolerable». La magnitud de las protestas, estimadas por medios locales en más de 100.000 personas en un país de menos de 7 millones de habitantes, subraya la profunda frustración acumulada.

Las protestas recientes se intensificaron la semana pasada tras la presentación de los planes presupuestarios del gobierno, que incluían aumentos de impuestos y mayores contribuciones a la seguridad social. Los manifestantes calificaron estas medidas como un intento de encubrir la corrupción endémica, que sucesivos gobiernos no han logrado erradicar. Las demandas se ampliaron rápidamente, exigiendo la renuncia del gobierno de centroderecha.

Presión política y escenario futuro

La dimisión del gobierno se produce en un contexto de creciente presión política. El presidente del país, Rumen Radev, quien mantiene vínculos con Moscú, también se pronunció a favor de la renuncia. Radev expresó en su página de Facebook la necesidad de alinear la acción gubernamental con la voluntad popular, sugiriendo una brecha entre las demandas ciudadanas y la respuesta del ejecutivo. La retirada del proyecto de presupuesto para 2026 por parte del gobierno fue una concesión tardía ante la presión popular.

La renuncia del gobierno búlgaro abre un nuevo capítulo en la política del país. La atención se centra ahora en la formación de un nuevo ejecutivo y en la capacidad de las futuras administraciones para abordar eficazmente la corrupción y las demandas económicas de la ciudadanía. La proximidad de la entrada a la eurozona añade una capa de complejidad a la situación política interna.

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