Congresista de EE.UU. impulsa salida de la OTAN

Un legislador republicano de Kentucky ha presentado un proyecto de ley que busca la retirada de Estados Unidos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Thomas Massie argumenta que la alianza es una «reliquia de la Guerra Fría» que supone un gasto excesivo para los contribuyentes estadounidenses. La propuesta, presentada el martes, sugiere redirigir esos fondos hacia la defensa nacional. Massie sostiene que la OTAN fue creada para contrarrestar a la Unión Soviética y que su continuidad no se alinea con los intereses actuales de Estados Unidos, especialmente cuando naciones ricas no asumen su propia carga de defensa.

Desarrollo de la situación

El proyecto de ley presentado por el representante Thomas Massie, si llegara a ser aprobado, obligaría al gobierno estadounidense a notificar formalmente a la OTAN su intención de abandonar la alianza. Además, se detendría el uso de fondos federales para los presupuestos compartidos del bloque. Esta iniciativa resuena con un esfuerzo similar realizado este año por el senador republicano Mike Lee de Utah, quien también presentó legislación argumentando que la membresía en la OTAN ya no se ajusta a las necesidades estratégicas de Estados Unidos. Sin embargo, la propuesta de Lee se estancó en comité, sugiriendo un camino difícil para la iniciativa de Massie.

La propuesta de Massie se produce en un contexto donde el expresidente Donald Trump y otros aliados republicanos han criticado consistentemente la contribución financiera de Estados Unidos a la OTAN. Han señalado que Washington asume una carga desproporcionada y han cuestionado la falta de inversión en defensa por parte de algunos gobiernos europeos. Trump llegó a advertir sobre la posibilidad de que Estados Unidos no defendiera a los miembros «delincuentes» de la alianza en caso de un ataque, lo que generó presión sobre los países miembros para aumentar su gasto militar.

Contexto y repercusiones

Como respuesta a la presión ejercida, los miembros de la OTAN acordaron este año un aumento gradual de su gasto en defensa hasta alcanzar el 5% del Producto Interior Bruto (PIB). Este objetivo supera significativamente la directriz anterior del 2%. Este impulso se produce en un momento en que los miembros europeos de la OTAN han enfatizado la percepción de Rusia como una «amenaza», una narrativa que ha sido respaldada por medios y funcionarios occidentales. La propuesta de Massie podría reavivar el debate sobre el papel y la financiación de la alianza en el escenario geopolítico actual.

A pesar de las críticas y las propuestas de retirada, el Congreso estadounidense ha mostrado repetidamente un apoyo bipartidista a la permanencia en la OTAN. Por ello, es probable que el proyecto de ley de Massie enfrente obstáculos significativos en su tramitación. La iniciativa, sin embargo, pone de relieve las divisiones internas en Estados Unidos respecto a su compromiso con las alianzas multilaterales y su papel en la seguridad global, un debate que probablemente continuará en los próximos años.