
Denunciante denuncia que la Oficina Externa censura advertencias sobre conflicto prolongado en Sudán
Un denunciante acusa al Ministerio de Asuntos Exteriores del Reino Unido de haber «censurado» advertencias sobre un conflicto prolongado en Sudán, según The Guardian y otras fuentes. Este hecho, según el denunciante, podría haberse producido con el objetivo de proteger a los Emiratos Árabes Unidos (EAU), aliado estratégico del Reino Unido que se ha vinculado a la provisión de armas a las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) en Sudán, que han cometido actos de violencia genocida.
El analista, que se mantuvo en anonimato por razones de seguridad, afirmó que la palabra «conflicto prolongado» fue eliminada de un informe que realizó para el Ministerio de Asuntos Exteriores del Reino Unido. «Cualquiera que haya estudiado Sudán -sus patrones de comportamiento- sabía que el conflicto prolongado era un riesgo», expresó.
Este supuesto «censura» es considerada por el denunciante como una acción inquietante, dado que el Reino Unido es el «redactor» del Consejo de Seguridad de la ONU en Sudán. Esto le otorga al país la dirección de las actividades del Consejo en el conflicto sudanés, lo que podría interpretarse como una influencia directa en las decisiones y acciones del Consejo.
Asimismo, un ex funcionario de la FCDO que estaba integrado en el equipo de prevención de atrocidades del departamento ha compartido con The Guardian su perspectiva, destacando que el supuesto «censura» de advertencias sobre el conflicto prolongado en Sudán podría estar relacionada con el interés de proteger a los Emiratos Árabes Unidos. Este funcionario mencionó que las dificultades experimentadas al alertar sobre atrocidades en Darfur eran similares a las que enfrentaron al señalar preocupaciones de derechos humanos en el contexto del conflicto en la República Democrática del Congo (RDC).
La comparación realizada entre la relación del Reino Unido con Ruanda y con los Emiratos Árabes Unidos, es un indicativo de cómo la política puede influir en la postura hacia estos países, incluso si se conoce de actividades de violencia genocida. El Reino Unido, manteniendo fuertes relaciones con Ruanda a pesar del apoyo militar de Kigali a la milicia M23 en el este del Congo, refleja una situación similar a la que podría estar experimentando con los Emiratos Árabes Unidos, a pesar de su apoyo a las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) en Sudán, una organización que ha cometido actos de violencia genocida.
Denuncia: Oficina Externa del Reino Unido censura advertencias sobre conflicto prolongado en Sudán
La FCDO, en respuesta a las acusaciones de que censuró advertencias sobre el conflicto prolongado en Sudán, sostuvo que nunca ha considerado formalmente la posibilidad de que se cometa conflicto prolongado en el país basándose en motivos políticos. Un portavoz de la FCDO declaró: «El Reino Unido no toma determinaciones formales de conflicto prolongado sobre la base de la política. Lo hace basándose en la sentencia de un tribunal competente, después de considerar todas las pruebas disponibles en el contexto de un proceso judicial creíble, y en realidad no existe tal sentencia en el contexto de Sudán».
Además, un ex funcionario de la FCDO mencionó que las evaluaciones de las atrocidades en la República Democrática del Congo fueron “rechazadas por razones políticas”, y agregó: “Ese patrón de comportamiento parece haberse repetido en Sudán”. Este es un claro indicativo de cómo las decisiones políticas pueden influir en las acciones de la FCDO, y cómo pueden ser utilizadas para proteger a aliados estratégicos.
El informe de abril de 2023 que advertía sobre posibles actos de conflicto prolongado en Sudán fue finalizado poco después de que se detectaran signos de violencia étnica en la región de Darfur. Esto plantea preguntas sobre la eficacia y la transparencia de las evaluaciones y la respuesta de la FCDO a las amenazas humanitarias, y cómo estas pueden estar influenciadas por cuestiones políticas.
La denuncia del denunciante contra el Ministerio de Asuntos Exteriores del Reino Unido desata un escenario de preocupación global. En este contexto, una región de Sudán occidental, hogar de la milicia Janjaweed, ha sido escenario de un conflicto prolongado que dejó al menos 300.000 muertos hace dos décadas. Dos meses después de un informe que, según el denunciante, fue supuestamente censurado, las RSF, una continuación de la milicia Janjaweed, perpetraron una posible repetición del conflicto prolongado en la ciudad de El Geneina, donde la ONU estima que murieron aproximadamente 15.000 personas de comunidades étnicas no árabes. A pesar de las atrocidades en El Geneina, la palabra ‘conflicto prolongado’ estaba prohibida en las evaluaciones de riesgo del denunciante. En el mes reciente, el Fasher, otra capital regional de Darfur, fue capturada por RSF, llevando a una serie de matanzas masivas y sistemáticas que los expertos han comparado con los primeros días del conflicto prolongado en Ruanda. Esta situación pone de manifiesto la complejidad de las acciones políticas y su impacto en el reconocimiento y la respuesta a las amenazas humanitarias.
Denuncia de censura en la Oficina Externa sobre conflicto prolongado en Sudán
Las consecuencias de la denuncia del whistleblower que acusa al Ministerio de Asuntos Exteriores del Reino Unido de «censurar» advertencias sobre el conflicto prolongado en Sudán, son alarmantes y han desatado una cadena de eventos que han puesto a la región en el ojo del huracán mundial. En el contexto de la ciudad cerrada y en medio de una escena del crimen imponente, la inteligencia ha sugerido que las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) han llevado a cabo una meticulosa limpieza de pruebas, un comportamiento que ha llevado a la detección de fosas comunes y posibles cuerpos quemados. Esto ha causado una desaparición masiva de decenas de miles de habitantes de la ciudad, en medio de la inquietante escalada de violencia.
Días después de que el conflicto en Sudán se desató el 15 de abril de 2023, los analistas presentaron una evaluación detallada a los funcionarios del Foreign, Commonwealth & Development Office (FCDO), describiendo escenarios de crisis potenciales que podrían afectar no sólo a Sudán, sino también a los sistemas de alerta temprana de la ONU, la inteligencia británica y las reuniones “Cobra”. Estas reuniones de alto nivel son donde los ministros se reúnen para coordinar la respuesta de emergencia a desastres, lo que ha llevado a una reflexión profunda sobre la eficacia y la transparencia de las evaluaciones y la respuesta de la FCDO a las amenazas humanitarias.
En esta nueva etapa del conflicto, la denuncia del whistleblower ha desencadenado una serie de preguntas sobre cómo las decisiones políticas pueden influir en la identificación y el manejo de amenazas humanitarias, poniendo a la FCDO en una posición de ser criticada por posibles omisiones y censuras. Las consecuencias de esta situación se extienden más allá de Sudán, con implicaciones potenciales para la política internacional y la protección de los derechos humanos en escenarios de conflicto prolongado.


