Compensación del Servicio Postal: una vida perdida
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Compensación del Servicio Postal: una vida perdida

En una trágica circunstancia, si el subdirector de correos Jonathan Armstrong hubiera recibido la compensación adeudada por la Oficina de Correos, aún estaría vivo. Este desafortunado suceso se debe a un software de contabilidad defectuoso que arruinó la vida de Armstrong, llevándolo a una muerte prematura a la edad de 58 años debido a un ataque cardíaco. La viuda, Sarah, ahora considera reclamar daños y perjuicios contra la Oficina de Correos, atribuyendo la muerte de su marido a un ‘ciclo constante de estrés’ derivado de su acusación injusta de robo durante el escándalo de Horizon IT. La Oficina de Correos lamentó sinceramente la pérdida de Armstrong, mientras que el gobierno prometió esforzarse por impartir justicia con prontitud.

En una entrevista exclusiva con la BBC, Sarah Armstrong, viuda de Jonathan Armstrong, expresó su profunda tristeza y reflexión sobre su vida condenada a la pérdida prematura de su esposo. «Realmente creo que si nos hubieran pagado hace cinco años, él todavía estaría aquí», declaró. Este es el lamento de una mujer que ha visto la vida de su marido truncada por una serie de eventos trágicos, que comienzan con un software de contabilidad defectuoso.

En 2014, Jonathan, conocido como Jono, intentó quitarse la vida. Este suceso ocurrió en el mismo día en que los auditores llegaron a su oficina en Bexhill on Sea, East Sussex, para revisar las cuentas. Entonces, las «pérdidas» generadas por el software falto, Horizon, habían alcanzado a niveles catastróficos, sumando decenas de miles de libras.

La inquietud de Sarah fue creciente cuando Jono no regresó a casa. «Sabíamos que las cosas estaban mal. No sabíamos dónde nos estábamos equivocando», confesó. La situación parecía tan desesperada que llegaron a considerar la posibilidad de quitarse la vida juntos. Esta es una trágica evidencia de cómo el estrés y el miedo pueden empujar a las personas al límite, y cómo una mera mala gestión de las finanzas puede tener consecuencias devastadoras.


Compensación del Servicio Postal: Una Vida Ahorrada?

En una historia trágica, si el subdirector de correos Jonathan Armstrong hubiera recibido la compensación adeudada por la Oficina de Correos, la vida de su hija Becky podría haber cambiado. Tras una búsqueda frenética, Becky llegó al lugar donde creía que su padre estaría, pero los servicios de emergencia ya lo habían rescatado. En una serie de eventos que parecen desafortunadamente interconectados, Jono se unió a los 10 subdirectores de correos conocidos que intentaron suicidarse debido al escándalo. La investigación de la Oficina de Correos reveló que hay posibilidades de que más de 13 trabajadores hayan optado por este extremo. Jono, un contador cualificado, pasó un mes en el hospital y seis semanas en una residencia supervisada después de intentar quitarse la vida. La familia se mudó al Reino Unido en 2004, huyendo de los disturbios políticos en Zimbabwe. Jono, que se convirtió en subdirector de correos dos años después de su llegada, dirigió un pequeño pero encantador taller de correos. Para Sarah, su esposa, «era una pequeña y encantadora oficina de correos», un lugar que transformaron, cuadriplicando las ventas.

En un giro trágico de eventos, si el subdirector de correos Jonathan Armstrong hubiera recibido la compensación adeudada por la Oficina de Correos, su vida y la de su familia habrían seguido un rumbo completamente distinto. En su pequeño pero querido taller de correos, ubicado en Bexhill on Sea, East Sussex, la familia vivía una vida arraigada y próspera, ganando numerosos premios, como el de Minorista de Correos en 2014. Sin embargo, la trágica situación cambió cuando su contrato fue rescindido y la familia enfrentó acusaciones de robo de parte de los residentes del área. La inmensa presión y el estrés causaron un cambio devastador en la vida de Jonathan, que ahora se encontraba lidiando con ansiedad, depresión, presión arterial alta y diabetes exacerbada. Su viuda, Sarah, describe a su marido como «un hombre destrozado».

En el intento de mantener a la familia a salvo, Jono aceptó una compensación de 43.000 libras esterlinas para evitar ser procesado. Sin embargo, esta decisión no fue fácil y la familia se vio obligada a abandonar su hogar y mudarse al Reino Unido en 2004, huyendo de los disturbios políticos en Zimbabwe. Aunque Jono asumió el papel de subdirector de correos y aceptó las «pérdidas», las consecuencias de la situación continuaron afectando a la familia. Becky, la hija de Jonathan, dejó la universidad para tomar el control de la tienda familiar y lidió con el constante miedo de perder a su padre.

La historia de la familia Armstrong es un testimonio de la devastadora influencia del estrés y la mala gestión de las finanzas en la vida de una familia. Si Jono hubiera sido compensado, su vida podría haber seguido un camino completamente diferente, salvando no solo su vida, sino también la de su hija Becky.


La pérdida de un contrato y la trágica descompensación de un hombre

La historia de Becky, ahora de 33 años, es una triste confirmación de la afirmación de su madre, Sarah, de que si su esposo y padre, Jonathan, hubiera recibido la compensación adeudada por la Oficina de Correos, aún estaría vivo. En un duro golpe a la justicia y a la vida familiar, Jonathan, un subdirector de correos con 18 años de experiencia en la oficina de Bexhill on Sea, East Sussex, falleció a los 58 años debido a un ataque cardíaco. El lamento de Becky refleja la trágica realidad de cómo un error administrativo y un software deficiente pueden destrozar vidas y arruinar familias.

En un intento desesperado por mantenerse a flote, Jono aceptó una compensación de 43.000 libras esterlinas para evitar ser procesado en 2000. Sin embargo, la presión del caso y el estrés que le causó llevaron a la familia a abandonar su hogar y mudarse al Reino Unido en 2004. Becky, una estudiante en aquel entonces, dejó la universidad para asumir el control de la tienda familiar y lidiar con el constante miedo de perder a su padre. Tras varios años de lucha y una serie de intentos fallidos por obtener justicia, Jono finalmente presentó una reclamación de indemnización en 2000.

En 2002, el caso de Jono fue rechazado por una oferta que representaba solo un tercio de la cantidad reclamada. Tras dos años de desesperado esfuerzo por reunir nuevos informes médicos y evidencia adicional, Jono presentó su reclamación nuevamente en 2004. Después de esperar siete meses, su caso fue transferido al nuevo proceso de apelación, el HSSA, en abril de 2004. Trágicamente, Jono no pudo ver el resultado, falleciendo antes de que el proceso de justicia se concluyera.

Becky, con una voz llena de dolor pero con un espíritu firme, declara: «Murió sin saberlo, y eso es desgarrador para nosotros, porque merecía algo mucho mejor». Esta es una recordatoria trágica de la importancia de la justicia y de cómo las decisiones administrativas pueden tener impactos devastadores en la vida de las personas.


Compensación del Servicio Postal: Un Impacto Trágico

En un desafortunado giro de eventos, si el subdirector de correos Jonathan Armstrong hubiera recibido la compensación adeudada por la Oficina de Correos, la vida de su familia habría seguido un rumbo completamente distinto. Jono, un hombre obsesionado con obtener la compensación completa que creía merecer, estaba decidido a encontrar una nueva vida fuera de Inglaterra. Con la intención de alejarse de un país que sentía no lo había tratado con la amabilidad que merecía, Jono buscaba establecerse en un lugar soleado con su propia casa y jardín. Sarah, su esposa, cree que si hubiera obtenido esa compensación, Jono estaría aún vivo y no estarían en la situación actual. Becky, su hija, también ha sido afectada por este trágico suceso. Con la determinación de completar sus estudios y ahora como entrenadora deportiva, ella forma parte de Lost Chances, un grupo que lucha por los hijos adultos de los subdirectores de correos afectados. Este grupo busca justicia y reconocimiento para aquellos que han sido perjudicados de manera injusta.

Fuente: www.bbc.com

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