Responsabilidad del ataque y contexto bélico

Seis cascos azules mueren en ataque a base de la ONU en Sudán

Un ataque con drones contra una base logística de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas en Sudán ha causado la muerte de seis cascos azules y ha herido a otros ocho. El incidente, ocurrido el sábado en la ciudad de Kadugli, en la región central de Kordofano, ha sido condenado enérgicamente por el secretario general de la ONU, António Guterres. Todas las víctimas son ciudadanos de Bangladesh y formaban parte de la Fuerza de Seguridad Provisional de la ONU para Abyei (Unisfa).

Guterres ha declarado que los ataques contra las fuerzas de paz de la ONU pueden constituir crímenes de guerra según el derecho internacional. Ha exigido que los responsables de este «injustificable» ataque rindan cuentas. El ejército sudanés ha señalado directamente a las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), un grupo paramilitar involucrado en una guerra de más de dos años contra el ejército por el control del país, como autor del atentado.

El ejército sudanés ha acusado a las RSF de un «enfoque subversivo» y ha publicado un vídeo que muestra columnas de humo negro sobre la instalación atacada. Las RSF no han emitido comentarios inmediatos sobre el suceso. La región de Abyei, rica en petróleo, es un área en disputa entre Sudán y Sudán del Sur, y la misión de la ONU ha estado desplegada allí desde 2011, tras la independencia de Sudán del Sur.

El conflicto en Sudán, que estalló en abril de 2023 tras una lucha de poder entre el ejército y las RSF, ha provocado más de 40.000 muertes, una cifra que se considera subestimada por grupos de derechos humanos. Los combates se han intensificado recientemente en Kordofano, especialmente tras la toma de El Fasher por parte de las RSF, el último bastión militar en la región occidental de Darfur.

Crisis humanitaria y llamados a la paz

La guerra ha devastado áreas urbanas y se ha caracterizado por atrocidades, incluyendo violaciones masivas y asesinatos por motivos étnicos, que la ONU y organizaciones de derechos humanos califican como crímenes de guerra y contra la humanidad. La situación ha generado la peor crisis humanitaria del mundo, llevando a partes del país al borde de la hambruna.

António Guterres ha reiterado su llamado a un alto el fuego inmediato en Sudán. Busca facilitar un proceso político integral, inclusivo y liderado por los propios sudaneses para resolver el prolongado conflicto en el noreste de África.