Director de '47 Ronin' condenado por fraude a Netflix
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Director de ’47 Ronin’ condenado por fraude a Netflix

Carl Rinsch, el director conocido por la película de 2013 ’47 Ronin’, ha sido declarado culpable de defraudar a Netflix por una suma de 11 millones de dólares. El cineasta se enfrenta ahora a una posible pena de hasta 90 años de prisión tras un juicio que ha puesto de manifiesto un grave desvío de fondos. Rinsch, quien inició el proyecto ‘White Horse’ (posteriormente renombrado ‘Conquest’) alrededor de 2017, utilizó episodios iniciales financiados privadamente para asegurar la inversión de Netflix. La plataforma de streaming adquirió los derechos por más de 61 millones de dólares para completar la primera temporada.

Desvío millonario y gastos suntuosos

Tras gastar 44 millones de dólares del presupuesto de Netflix, Rinsch solicitó 11 millones adicionales en 2020 para finalizar la serie. La compañía accedió a la petición, pero en lugar de destinar el dinero a la producción, el director transfirió los fondos a cuentas personales. En un lapso de dos meses, más de la mitad de esa suma se perdió en operaciones bursátiles de gran volumen. El resto fue invertido en criptomonedas, una apuesta que, sorprendentemente, generó ganancias.

Lejos de utilizar estos beneficios para culminar la serie, Rinsch los destinó a compras personales de alto valor. Según los fiscales, gastó casi 4 millones de dólares en mobiliario y antigüedades, 2,4 millones en cinco vehículos de lujo, incluyendo Rolls-Royce y un Ferrari, cerca de 1 millón en ropa de cama y colchones, y 650.000 dólares en relojes y prendas de alta gama. La serie nunca llegó a completarse, lo que llevó a Netflix a cancelar el proyecto en 2021, asumiendo pérdidas superiores a los 55 millones de dólares.

Consecuencias legales y defensa del acusado

Los cargos contra Rinsch incluyeron fraude electrónico, lavado de dinero y cinco cargos relacionados con transacciones monetarias derivadas de actividades ilegales. Durante el proceso judicial, el director testificó en su propia defensa, argumentando que los fondos de Netflix debían servir para reembolsar su inversión personal inicial en la serie. Sin embargo, tras menos de cinco horas de deliberación, el jurado emitió un veredicto de culpabilidad sobre los siete cargos presentados.

La condena de Carl Rinsch subraya los riesgos inherentes a las grandes producciones audiovisuales y la importancia de la transparencia financiera en las operaciones con plataformas de streaming. El caso sienta un precedente sobre las severas consecuencias legales que pueden derivarse del mal uso de fondos de inversión en la industria del entretenimiento.

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