Ataque a hospital en Myanmar: 34 muertos y posible violación del derecho internacional
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Ataque a hospital en Myanmar: 34 muertos y posible violación del derecho internacional

Un devastador ataque aéreo atribuido al ejército de Myanmar ha cobrado la vida de al menos 34 pacientes y personal médico en un hospital del estado de Rakhine. El incidente, ocurrido el miércoles por la noche en el municipio de Mrauk-U, ha generado una profunda preocupación internacional, con expertos en derechos humanos advirtiendo que podría constituir un crimen de guerra. Alrededor de 80 personas más resultaron heridas en el bombardeo, que afectó gravemente al hospital general, principal fuente de atención sanitaria en una región marcada por la guerra civil.

Hospital General Mrauk-U, objetivo del ataque

El hospital general del municipio de Mrauk-U, controlado por el Ejército Étnico Arakan (AA), fue el blanco de un ataque aéreo militar en la noche del miércoles. Según testimonios de trabajadores de rescate, un avión de combate lanzó dos bombas, una de las cuales impactó directamente en la sala de recuperación del centro médico. La otra explosión ocurrió cerca del edificio principal, causando daños significativos y la destrucción de gran parte de las instalaciones. Los medios locales han difundido imágenes de los escombros y el equipo médico dañado, evidenciando la magnitud de la destrucción.

Wai Hun Aung, un alto funcionario de los servicios de rescate en Rakhine, confirmó a The Associated Press que, al llegar al hospital en la madrugada del jueves, registró la muerte de 17 mujeres y 17 hombres. El hospital, que había reabierto recientemente para ofrecer servicios médicos esenciales ante el cierre de otros centros por el conflicto, se ha convertido en un símbolo de la crisis humanitaria en la región. El portavoz del AA, Khine Thu Kha, declaró a Reuters que el elevado número de víctimas se debió al impacto directo de las bombas sobre el hospital.

Condena internacional y exigencia de investigación

El jefe de derechos humanos de las Naciones Unidas, Volker Turk, ha condenado enérgicamente los ataques, calificándolos de posibles crímenes de guerra. Turk ha exigido una investigación independiente sobre el incidente y ha pedido que los responsables rindan cuentas. En un mensaje de vídeo, el alto funcionario subrayó la urgencia de detener los combates en Myanmar, un país sumido en una prolongada guerra civil que agrava la situación humanitaria de su población.

El Ejército Étnico Arakan, brazo militar del movimiento de la minoría étnica Rakhine, opera en una región que ha sido escenario de intensos enfrentamientos. La captura de Mrauk-U por parte del AA en febrero del año pasado intensificó la conflictividad en la zona. La comunidad internacional observa con preocupación la escalada de violencia y sus devastadoras consecuencias para la población civil, especialmente en infraestructuras críticas como los centros de salud.

El ataque al hospital de Mrauk-U representa una grave violación del derecho internacional humanitario y subraya la crítica situación en Myanmar. La exigencia de una investigación exhaustiva y la rendición de cuentas de los responsables son pasos fundamentales para intentar mitigar la impunidad y proteger a las poblaciones civiles en zonas de conflicto. La comunidad internacional mantiene la presión para un cese inmediato de las hostilidades.

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