
China se desacelera: guerra comercial y crisis inmobiliaria
La economía china se desacelera bajo el impacto de la guerra comercial con Estados Unidos y problemas en el sector inmobiliario. Además, la demanda interna se ha vuelto frágil, lo que ha llevado a una mayor dependencia de la manufactura y el comercio. Por lo tanto, el crecimiento del PIB se ha visto afectado, alcanzando un 4,8% en el último trimestre, un ritmo más lento que el de la segunda cuarta parte. En consecuencia, la inversión creció a un ritmo más lento, con la inversión en propiedades cayendo un 13,9% en septiembre. Sin embargo, la economía china sigue siendo una potencia económica en ascenso, con un crecimiento que supera el de la mayoría de los países desarrollados.
La demanda interna sigue siendo débil, con un crecimiento real de las ventas minoristas que se ralentizó bruscamente al 3,5%, desde el 4,1% anterior. Por otro lado, la producción industrial resalta, con un aumento del 6,5% en septiembre, por encima de lo esperado. A pesar de la guerra comercial con Washington, el comercio también superó las previsiones de los analistas, contribuyendo con un poco más de un cuarto del crecimiento de la encuesta, sin cambios significativos con respecto al segundo trimestre.
China enfrenta desafíos económicos con la demanda débil
En este contexto, Beijing podría aprovechar las condiciones económicas para influir en las conversaciones entre su vicepremier He Lifeng y el secretario del tesoro de EE. UU., Scott Bessent, en Malasia esta semana, y en un posible encuentro entre los presidentes de ambos países, Trump y Xi Jinping, en Corea del Sur en una fecha posterior. Además, los expertos destacan que las «órdenes de exportación» han aumentado significativamente, lo que sugiere un crecimiento futuro de la producción. Por otro lado, la pregunta sigue en el aire sobre si habrá medidas de estímulo adicionales de parte de Beijing y las autoridades locales.
La economía china sigue en un camino delicado, con el crecimiento a punto de alcanzar el objetivo del año, lo que podría reducir la urgencia de las políticas, según Lynn Song, economista jefa de ING para el Gran China. Sin embargo, la confianza débil se traduce en una demanda interna frágil, inversiones y un declive de los precios de la propiedad que siguen siendo un desafío. Además, la crisis de deuda ha afectado al sector inmobiliario, que necesita medidas adicionales de política para recuperarse. Mientras tanto, el mercado de la propiedad se debilita, con precios de viviendas que siguen cayendo y transacciones que disminuyen en volumen. Por otro lado, la reunión de cuatro días del «cuarto pleno» de la Comisión Central de la Asamblea Popular comenzó el lunes, donde los líderes del partido comunista se reunirán para discutir el plan quinquenal para 2026-2030.
China se enfoca en recuperar su economía
La falta de información sobre el plan de estímulo económico de Beijing ha generado incertidumbre entre los expertos, quienes esperaban una claridad más concreta en las medidas a implementar. Sin embargo, la atención se centra en el «cuarto pleno» de la Comisión Central de la Asamblea Popular, que comenzó el lunes, donde se discutirá el plan quinquenal para 2026-2030. Por lo tanto, la reunión podría aportar claridad sobre las estrategias económicas del país. Además, la economía china sigue siendo una potencia en ascenso, pero con desafíos importantes en el sector inmobiliario.
La economía china enfrenta un desafío significativo con su desaceleración, impulsada por la guerra comercial con Estados Unidos y problemas en el sector inmobiliario. Estos factores han llevado a una disminución en la demanda de bienes y servicios, afectando directamente a la producción y el empleo. En este contexto, el gobierno chino busca implementar políticas para estabilizar la economía y recuperar el crecimiento.



